El cuidado de los niños.


Una vez acabada la baja maternal, llega un momento crucial para los padres: separarse de su bebé. Antes de tomar una decisión precipitada es necesario analizar las ventajas y los inconvenientes de las diferentes opciones. Apostar por los abuelos, las guarderías o las canguros debe ser fruto de un análisis responsable en función de las necesidades y posibilidades de cada familia.
Como norma general, los expertos afirman que lo más adecuado es que los niños estén al cargo de padres o abuelos durante sus dos primeros años de vida.

Abuelos
Si atendemos a un factor económico, la opción de los abuelos es, evidentemente, la menos costosa. Pero este no es el único condicionante que debe hacernos inclinar la balanza hacia una u otra alternativa. En el caso de los abuelos hay que tener en cuenta si sus condiciones físicas son buenas y si tener un bebé a su cargo no supondrá una excesiva carga. Si se dan los circunstancias adecuadas y los abuelos asumen el cuidado del niño, estos harán uso de su amplia experiencia y le proporcionarán toda la atención y el cariño que necesita. De todos modos, es fundamental que los padres asuman las decisiones importantes, aunque después deban confiar en el buen criterio de los abuelos y  respetarlo en todo momento.

Guardería
Frente a los abuelos o familiares, la guardería supone un importante desembolso económico. Más allá del coste que debe asumir la familia, en una guardería o escuela infantil hay una ventaja indiscutible: el cuidado del niño está en manos de profesionales de la puericultura, la pedagogía o la psicología, entre otras disciplinas. A esto hay que sumar el hecho de que el niño tendrá la posibilidad de aprender destrezas sociales, emocionales, cognitivas y psicomotrices. Todo ello sin olvidar que el pequeño podrá desarrollar su sociabilidad al estar en contacto con niños de su edad durante buena parte de la jornada y asumir, desde muy temprana edad, que no es el centro de atención.
Pero como el resto de opciones, llevar al bebé a una guardería también tiene sus inconvenientes. La rigidez de los horarios es uno de los principales problemas, junto con el qué hacer cuando el niño enferma y no podemos dejarlo en la guardería. Antes de decantarse por una escuela infantil es conveniente visitarla, conocer las instalaciones e informarse acerca de los profesionales que allí trabajan. Una opinión muy válida será la de aquellos padres que ya llevan a sus hijos a esa guardería. Hablar con ellos es una herramienta útil para conocer el funcionamiento del centro.
Más adelante, cuando el niño haya superado el período de adaptación a la guardería, es aconsejable estar siempre atentos a las condiciones del centro, así como a la evolución y el comportamiento del niño.

Canguro
Si se descartan las dos opciones anteriores y se opta por la figura de la canguro, el objetivo principal es encontrar a la persona adecuada para atender al bebé. A priori, las ventajas de contratar una canguro son indudables, ya que el bebé no tiene que moverse de casa, el trato que recibe es individualizado y los horarios son más flexibles. En la balanza de los inconvenientes está el elevado coste económico y la falta de socialización, aunque esta puede suplirse llevando al niño, de forma habitual, a un parque infantil donde pueda relacionarse con niños de su edad. Si la decisión está tomada, lo más difícil, en este caso, es localizar a la canguro más indicada. Para realizar una buena elección se recomienda comprobar la trayectoria y referencias de los candidatos, así como mantener una entrevista en la que analicemos su carácter, aptitudes y hábitos. Para tomar una decisión responsable, es conveniente también hacer una segunda entrevista en la que esté presente el niño para comprobar cómo interactúan y de qué forma se desenvuelve la canguro en el día a día con el niño.
Una vez seleccionada la persona, lo ideal sería que esta empezara a trabajar en presencia de los padres. Cuando la canguro se quede definitivamente a solas con el bebé, aparecer de forma inesperada en casa para comprobar que todo está en orden es una medida recomendable y realmente útil. Lo importante en este proceso es que los padres asuman que se trata de una decisión que hay que tomar de forma responsable y prudente, pero sin caer nunca en una desconfianza injustificada.

Nada como el cariño de los padres
Sea cual sea la elección final, los padres deben intentar compatibilizar sus horarios para atender al niño el mayor tiempo posible. El bebé necesita sentir la atención de sus padres y notar que es la persona más importante para ellos. Aunque el tiempo que se le dedique sea menor, la calidad del cuidado es lo determinante. Si bien el primer apego que se establece es entre el niño y su madre, la segunda figura de referencia es la de su padre. Para reforzar este apego es recomendable que padres y madres trabajadores se reserven rutinas diarias como el baño, el biberón o la cena para compartirlas con el bebé. Poco a poco, la familia se acostumbrará a la nueva situación y aprenderá a compatibilizar la vida familiar con la laboral hasta llegar de nuevo a la armonía

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