La primera etapa en
la introducción de los nuevos alimentos suele ser la más sencilla, puesto que a
la mayoría de los bebés les gustan los sabores dulces de la fruta, no rechazan
los cereales (a no ser que sufran de intolerancia al gluten) y suelen tener
pocos reparos a la hora de comer pollo o carne. Sin embargo, la introducción
del pescado no siempre es fácil y
menos aún en los casos en los que a los papás no les gusta demasiado este
alimento. Tendréis que hacer un esfuerzo tanto para cocinarlo como para que os
vea comerlo a vosotros también, porque a partir de los ocho meses, el pescado
aparece en su nueva dieta.
A partir de los
ocho meses:
· Pescado. Casi siempre como
cena, porque se digiere mejor. Haz una papilla de verdura y añádele un poco de
pescado blanco (lenguado, merluza, dorada, lubina..) también triturado y previamente
hervido. Ten en cuenta que el pescado se hace enseguida por lo que, con 5-10
minutos de cocción, ya estará hecho.
Esquema de menú para un bebé de 8
meses:
Desayuno
(7.00h-9.00h)
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Papilla de cereales o lactancia
materna o biberón (de 210ml a 240ml)
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Comida
(12.00h-13.00h)
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Papilla de verdura (con pollo,
ternera o cordero)
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Merienda
(16.00h-17.00h)
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Papilla de fruta (con o sin galleta)
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Cena
(20.00h-21.00h)
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Papilla de pescado
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Resopón
(0.00h-01.00h)
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Lactancia materna o biberón
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· Huevo. A los 9 meses ya
puedes introducir el huevo, aunque solo la yema. Comienza añadiendo un tercio
de yema a una de las papillas (la de pescado o la de pollo) un par de veces por
semana. Si lo tolera bien, podrás ir ampliando hasta darle una yema entera a la
semana.
A partir de los 12 meses:
· Legumbres. Los niños no son
muy amigos de las legumbres, pero es importante que las coman en casa de manera
habitual para que se acostumbren. Tu bebé de un año ya puede comer lentejas,
garbanzos y alubias, siempre hechas con alimentos de fácil digestión (¡nada de
tocino, chorizo ni morcilla!)
· Las verduras de hoja verde, como las acelgas y
las espinacas, y la remolacha y el nabo no se recomiendan antes del año por
contener muchos nitratos. Puedes comenzar con las acelgas, cuyo sabor es más
suave, añadiéndolas a alguna papilla.
· Clara de huevo. A partir del año
puedes ofrecerle huevo entero de múltiples formas: en tortilla, revuelto,
pasado por agua, hervido, al plato....
· Leche de vaca. A pesar de existir
en el mercado diversas leches en polvo “de crecimiento”, tras su primer año de
vida muchos pediatras dan “vía libre” a la leche de vaca y sus derivados
(quesos, yogures, etc…). Se recomienda que tome al menos 500ml de leche al día
(dos vasos) por lo que puedes comenzar a darle yogur de postre o biberón tras
la cena.
Sus
primeros trocitos
La salida de los primeros dientes
suele ser una referencia para muchos papás para empezar a darle pequeños
trocitos a su bebé, aunque en realidad es gracias a las encías como mastican
los alimentos, fortaleciéndolas. A partir de los 8 o 9 meses puedes darle
trozos de pan o galletas, que se deshacen muy fácilmente. Eso sí, siempre bajo
supervisión de un adulto. A partir del año, aunque todavía no tenga dientes,
puedes ir introduciendo algunos alimentos sin triturar: arroz, sémola, pescado,
tortilla, patata o zanahoria hervida… En esta etapa, los niños empiezan a
crecer más despacio por lo que no te extrañe si tu hijo come menos. Ten en
cuenta que masticar supone un gran esfuerzo para él, por lo que muchas veces no
será falta de hambre lo que tenga, sino cansancio. Empieza ofreciéndole
pequeños trocitos y si ves que para, tritúrale el resto. Será capaz de comer
todo su plato en trocitos alrededor del año y medio.