Sexo

Una de las dudas más habituales que se plantean las parejas que están esperando un niño es si pueden mantener relaciones sexuales sin perjudicar a su bebé. Aunque hasta hace pocos años el sexo en el embarazo era prácticamente un tabú, ahora es sabido por todos que la respuesta es rotundamente sí. La penetración durante el coito es inofensiva para el feto, que está protegido por el líquido amniótico y por la pared del útero.

Asimismo, las suaves contracciones que produce el orgasmo, carecen de la fuerza necesaria para provocar un parto prematuro. Por ello, el sexo en el embarazo puede practicarse sin temor, a no ser que exista alguna complicación específica que lo desaconseje. 


Lo fundamental en el sexo es saber adaptarse a las diferentes etapas e ir descubriendo, en pareja, las posturas más cómodas. Como norma general, lo mejor es elegir aquella que no produzca presión abdominal en la mujer.

Como norma general, lo mejor es elegir aquella que no produzca presión abdominal en la mujer.”


Durante los tres primeros meses de embarazo, el deseo de la mujer disminuye debido al cansancio, las náuseas, los mareos y a los cambios físicos que está experimentando. También influye el estado de ánimo, totalmente alterado ante la nueva situación.
En el segundo trimestre suele resurgir el interés por el sexo, ya que las molestias iniciales han desaparecido y la pareja se encuentra más habituada a su nueva situación.
A partir del séptimo mes, la frecuencia de las relaciones sexuales suele disminuir por el avanzado estado de la gestación, los nervios y el miedo a que se adelante el parto. Es una situación habitual que hay que afrontar con total normalidad.

Tras la llegada del bebé, la mujer necesita un tiempo para recuperarse física y emocionalmente antes de reanudar su vida sexual. Los médicos señalan que se debe respetar la denominada cuarentena y, después, esperar a que la mujer recupere el deseo y se sienta cómoda. []

1 comentario:

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!

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