LACTANCIA MATERNA O BIBERON (1 de 2)

 Antes de elegir cómo alimentar al bebé, se deben conocer los pros y los contras de cada una de las alternativas para elegir lo mejor tanto para el niño como para la madre, según las circunstancias personales de cada caso. Una vez tomada una decisión, lo más importante es conseguir el bienestar y la felicidad de ambos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el bebé se alimente únicamente de leche materna durante los seis primeros meses de vida. Con esta postura, apoya claramente la forma más natural y
completa de alimentarlo. Pese a ello, y aunque mamar es algo innato para el niño, requiere paciencia y aprendizaje.
La lactancia para el recién nacido empieza con el calostro. Se trata de una secreción espesa y amarillenta básica para el desarrollo del pequeño, ya que es muy rico en proteínas y elementos que fortalecen su sistema inmunológico. Durante sus primeros días de vida y hasta la subida de la leche, este será su alimento básico.
Ventajas e inconvenientes de la lactancia materna
La principal ventaja de la leche materna es su composición, ya que contiene todos los nutrientes que el bebé necesita y constituye una fuente inagotable de anticuerpos que consiguen desarrollar su sistema inmunológico. La leche materna proporciona al niño las cantidades necesarias de proteínas, azúcar, vitaminas e incluso aportes que no se encuentran en la leche de vaca. Además, facilita la absorción del calcio, fija el hierro, previene la obesidad y ayuda a combatir el estreñimiento. Más allá de los beneficios puramente alimenticios, no se debe olvidar que es totalmente gratis y que siempre está lista a la temperatura adecuada.
Por lo que respecta a la madre, también existen aspectos positivos para ella. La lactancia favorece la recuperación física tras el parto y la contracción o involución del útero. Por otra parte, inhibe el desarrollo folicular y la ovulación, es decir, la mujer deja de menstruar durante unos meses y, de este modo, no pierde hierro y evita la anemia.
Además, en los últimos tiempos diversos estudios científicos han descubierto que amamantar a un hijo reduce el riesgo de padecer cáncer de mama.
En la parte negativa de la balanza, la lactancia materna obliga a que la madre esté siempre cerca del bebé, ya que es la única persona que puede alimentarlo. De todos modos, una vez está establecida la lactancia, se puede recurrir de vez en cuando al sacaleches. Su uso permitirá que el padre pueda participar y darle el biberón al niño, además de conceder un poco más de libertad a la madre.
Respecto a los inconvenientes físicos, puede provocar dolor en las mamas o incluso ocasionar diversos problemas como pechos obstruidos, pezones agrietados o inflamación, entre otros. No hay que olvidar que si se opta por la lactancia materna es fundamental que la madre cuide su alimentación, porque de ello dependerá la de su hijo. Normalmente se recomienda que la madre
beba leche enriquecida con calcio durante el período de lactancia y que aumente la ingesta de agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario