Acaba de llegar tu bebe, ya estáis en casa o todavía incluso en el hospital y de repente.... lloro, hipo, gases....Aquí os traemos 10 síntomas que seguro en un principio os pueden preocupar pero en cuanto leáis y conozcaís os quedaréis un poco más tranquilos. Hoy y para no "preocuparte" mucho te traemos los cinco primeros.
¿Llantos de hambre o cólico?: Los bebés te avisan cuando tienen hambre, se
llama “alimentación a petición”, siempre teniendo en cuenta que los alimentados por pecho necesitan comer más veces al día que los del biberón. Cuando el bebé tiene hambre lo demuestra por medio de señales, como voltear la cabeza hacia ti, dirigirse a tu pecho (si lo amamantas), chuparse los dedos, emitir sonidos de succión o llorar si no le entendiste las primeras señales. Generalmente, los recién nacidos comen cada dos horas, y se tardan unos 15 minutos en cada pecho, ellos sa- ben cuando tienen suficiente. Si lo alimentas con biberón tomará unos 60-90 mililitros de leche en polvo cada vez.
Ahora bien si el llanto dura más de tres horas y no lo puedes calmar, entonces significa que podría tener un cólico. El cólico suele darse en la noche y a la misma hora cada día, no hay que hacer nada, ellos solitos se quedan exhaustos, y suele mejorar cuando el bebé cumple los 3-4 meses de nacido.
Tiene hipo o gases: a veces, durante o después de la comida, al bebé le da hipo, un espasmo in- voluntario del diafragma que lo ayuda a respirar. Si tiene hipo durante la comida, déjalo que siga comiendo se le irá solo, si tiene hipo después de comer, trata de sacarle el gas, apóyalo sobre tu hombro al mismo tiempo que le sujetas la cabeza y le das unas palmaditas suaves en la espalda, o acuéstalo boca abajo en tu brazo y suavemente frotarle la espalda. Si eso no funciona, no te des- esperes, el hipo es eventual.
Está bien alimentado: si aumenta de peso gradualmente, defeca con regularidad y suavidad, y orina entre 6-8 veces por día, tu bebé se verá feliz y satisfecho.
Tiene crisis de temblores: estos pequeños movimientos son frecuentes, e indican una reac- ción del bebé ante estímulos sensoriales, como cuando escucha un ruido brusco, pues su sistema nervioso es inmaduro aún. Pero a veces también tiemblan sin razón, hay que saber diferenciar los sobresaltos de las convulsiones, éstas últimas provocan palidez y pérdida de tono en el recién nacido, las cuales cesan si sujetamos la parte del cuerpo que tiembla.
Sus tetillas y órganos genitales están inflamados: esta inflamación se debe a la prolactina, una hormona transmitida por la madre justo antes del parto y puede tardar hasta quince días en desaparecer. Durante el primer mes de vida es posible que niños/as tengan inflamadas sus teti- llas, pero no hay que aplicar nada, la inflamación bajará sola en desaparecer la prolactina. En el caso de las niñas también se pueden inflamar sus órganos sexuales y tener secreciones blanquecinas, a veces con algo de sangre. Si alguna vez llega a suceder esto llama al pediatra.
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