Cuando vuelva al trabajo…
¿canguro o guardería?
En casa, ¿como en ningún sitio?
Para todas las que no tengan la posibilidad de contar con el apoyo de sus familiares o amigos para el cuidado del bebé durante las horas que estarán fuera de casa, las escuelas infantiles y las cuidadoras de niños son la vía más utilizada para conciliar vida familiar y laboral. ¿Cómo decantarse por una u otra opción? Para muchas mamás un bebé de cuatro meses es demasiado pequeño para ir a la guardería y deciden retrasar esta elección hasta el año o año y medio o incluso hasta que empieza el cole. A otras en cambio, tener en casa a una persona desconocida no les inspira confianza y prefieren optar por la profesionalidad de una escuela infantil. Sea cual sea tu elección no la bases en criterios económicos. Valora bien las ventajas e inconvenientes de cada opción y consensúa con tu pareja la que os deje más tranquilos.
Estimulación y sociabilidad
Primer día de guardería. Con más pena que alegría dejas a tu hijo en brazos de su maestra. Quizá entre llantos quizá entre risas, pero tú con un nudo en la garganta. No te preocupes. Está en buenas manos. Muchas mamás se decantan por la escuela infantil porque piensan que su hijo no solo va a estar bien atendido sino que además va a desarrollar su sociabilidad y sus habilidades. Cuántas veces oirás eso de ¡pero qué espabilado está! Las guarderías, fomentan la estimulación y el desarrollo mental y físico de los niños a través de juegos, canciones, rutinas sociales y hábitos, como comer o lavarse las manitas solo a medida que se vaya haciendo mayor. Las escuelas además te garantizan una dieta adecuada y equilibrada para tu niño, ya que basan su alimentación en menús elaborados por dietistas y nutricionistas. También permiten una mejor organización de sus horarios, con periodos de comida/descanso establecidos. ¿Te da miedo que enferme nada más llegar? El contagio de virus y enfermedades comunes echa para atrás a muchas mamás. Pero aunque a nadie le gusta ver a su bebé malito no podemos retenerle en una burbuja. Piensa que de este modo se fortalecerá su sistema inmune.
Más flexibilidad, más conciliación
Si te resulta imposible conciliar el trabajo con los horarios de las guarderías una canguro es la solución perfecta. La flexibilidad horaria de las cuidadoras particulares es solo una de sus ventajas. Ofrecen una atención exclusiva y única para tu pequeño sin tener que compartir su tiempo con otros niños. Además, mantiene sus hábitos, costumbres y horarios en una ambiente tan familiar para el bebé como su propia casa. Evitar contagios es otra de las bazas a favor de estas trabajadoras: la exposición a virus y enfermedades en mucho menor que en las escuelas infantiles. A pesar de eso, ¡que tu bebé no pase todo el día en casa! Las salidas a la calle son muy recomendables: paseos en verano en las horas de menos calor y en invierno bien abrigado. Y recuerda: acude a cualquier administración de la Seguridad Social para regularizar su situación y darle de alta en el Régimen General. También puedes hacerlo a través del Registro Electrónico. Infórmate en la web del la Seguridad Social o del Ministerio de Empleo y Seguridad Social
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